Niño obeso. |
La obesidad es una enfermedad con un gran impacto social a nivel mundial. Los niños y adolescentes son un grupo vulnerable que se ve afectado cada vez más por sus efectos negativos.
Por este motivo uno de los aspectos que evaluará el pediatra en las consultas de
seguimiento es el peso de su hijo. Para ello se apoyará de recursos como el
cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC) así como la evaluación nutricional
mediante la detección de los percentiles de peso/edad, peso/talla y edad/talla
en ambos sexos.
Si bien la desnutrición
tiene efectos negativos en la salud de nuestros hijos, la obesidad también
tiene consecuencias a corto y largo plazo que deterioran en gran medida la
calidad de vida de todos. Tiene además un impacto negativo
en la economía de los países porque incrementa la morbilidad y los gastos en
medicamentos y otros costos indirectos como consecuencia de la enfermedad.
Un paso
importante para evaluar la salud de su hijo es verificar si tiene exceso de
peso y consultar qué puede hacer para ayudarlo.
¿Qué es la obesidad?
Unas libras extra no significa que su hijo está obeso. Sin embargo, si puede indicar una tendencia a ganar de peso con facilidad y en ese caso es necesario hacer cambios en la dieta y ejercicios físicos. El pediatra determinará que su hijo sufre de obesidad si su peso es un 10 % mayor que el recomendado para su estatura y tipo de cuerpo. La obesidad frecuentemente comienza en la infancia entre los 5 a 6 años y durante la adolescencia.
Causas de la obesidad infantil
Las causas de
la obesidad sobrepasan los factores individuales o familiares, como la nutrición,
la genética y la actividad física. Está determinada por múltiples situaciones en ocasiones complejas
que incluyen:
1- Prácticas inadecuadas de alimentación infantil que
influyen en la aparición de la obesidad:
-
La no lactancia materna exclusiva hasta los 6
meses se ha asociado a un mayor riesgo de exceso de peso.
- La alimentación en la primera infancia
es importante porque las preferencias alimentarias pueden ser aprendidas y los
hábitos alimenticios inadecuados pueden perpetuarse y causar mucho daño. La ingestión de alimentos no saludables:
altos en grasa, azúcares y densamente energéticos. De igual forma las
golosinas, las bebidas azucaradas (gaseosas, jugos, refrescos), el incremento de
las porciones y las entre-comidas altas en energía han contribuido al
incremento de la obesidad.
3- La actividad física constituye un pilar fundamental en la regulación del gasto energético. Sin embargo el desarrollo tecnológico (horas viendo televisión, computadora y video-juegos), se han asociado con una disminución del gasto energético y un aumento del consumo de alimentos altamente energéticos.
5- Entornos físicos deficientes o inseguros que limitan las oportunidades para realizar actividades físicas, juegos y deportes.
6- Fuentes de estrés tóxico que puede afectar las hormonas reguladoras del peso, entre otros efectos sobre la salud (separaciones, divorcio, mudanzas, muertes, abuso,marginación, racismo).
7- Historial de obesidad en la familia.
8- Enfermedades
endocrinas o neurológicas.
9-
Medicamentos (esteroides y algunos psicofármacos).
10- Baja
autoestima
11-Depresión
u otros problemas emocionales.
2-
Sistemas
alimentarios que se ven afectados por factores económicos, que pueden
dificultar que algunas familias accedan o puedan pagar alimentos saludables.
La obesidad: una enfermedad crónica.
La obesidad
infantil con frecuencia dura hasta la edad adulta si no se trata. Los niños con sobrepeso suelen convertirse en adultos
con sobrepeso, a menos que adopten y mantengan patrones más saludables de comer
y hacer ejercicio.
De no ser así, puede desencadenar enfermedades como diabetes tipo 2, hígado graso, colesterol alto, presión arterial alta (hipertensión), apnea del sueño y problemas ortopédicos (huesos y articulaciones).
En los niños y adolescentes también está asociada con
un aumento en el riesgo de trastornos emocionales. Los adolescentes con sobrepeso
suelen tener una autoestima mucho más baja, sufrir depresión, ansiedad, desorden
obsesivo compulsivo y tienden a ser menos populares entre sus compañeros.
¿Cómo se diagnostica a un niño o adolescente con sobrepeso u obesidad?
Una de las herramientas que utilizamos para verificar el sobrepeso es el índice de masa corporal (IMC). Consiste en un cálculo que compara la altura y el peso de su hijo y permite conocer si se encuentra en un rango adecuado para su edad y sexo. Si el IMC de su hijo está fuera de rango saludable y en función de otros elementos clínicos el pediatra indicará una serie de estudios para evaluar si su hijo está sano. Es por eso que su médico les hará preguntas a usted y a su hijo sobre la forma en que funciona su cuerpo. También le dará seguimiento para monitorear su estado de salud pues los efectos del exceso de peso o del IMC alto pueden progresar. El objetivo de esta evaluación es asegurarse de que su hijo esté sano y en caso de no ser así iniciar una terapéutica adecuada.
Manejo y tratamiento de la obesidad.
Una vez que el pediatra determina que su hijo padece de obesidad, deberá evaluar la posibilidad de una causa orgánica de la
enfermedad. En caso de no ser así, la única manera de perder peso es reduciendo
el número de calorías que come y aumentando la actividad física diaria.
Sólo en algunos casos, se pueden recomendar medicamentos y/o cirugía como tratamiento. Sin embargo el estilo de vida saludable asegurará la eficacia de estos tratamientos alternativos.
A menudo afecta a más de un miembro de la familia por lo que establecer
hábitos de alimentación saludables y practicar ejercicios físicos con regularidad
como actividad familiar, pueden aumentar las posibilidades de éxito en el
control del peso en el niño o adolescente.
La obesidad es una condición médica fácil de reconocer, pero su tratamiento es muy difícil. El tratamiento de la obesidad y de las enfermedades relacionadas con ésta puede ser llevar muchos años de no detectarse a tiempo. Requiere la colaboración continua con el pediatra, encaminado al tratamiento intensivo de la enfermedad y sus consecuencias; basado en un pilar fundamental: modificación del estilo de vida mediante un comportamiento saludable.
Niña sosteniendo un sandwich y una manzana. |
Las formas de manejar la obesidad en niños y adolescentes incluyen:
- Modificar los hábitos de comer (comer despacio, desarrollar una rutina)
- Seleccionar alimentos saludables (evitar alimentos grasosos, de poco valor nutritivo y elevadas calorías).
- Aumentar la actividad física y fomentar un patrón de vida más activo (caminar, practicar deportes…)
- Controlar las porciones.
- Limitar las meriendas.
- No utilizar los alimentos como premio.
- Chequear lo que su hijo come en la escuela o fuera de casa.
- Evitar que su hijo coma viendo la televisión o la computadora, preparar la comida y comer en familia.
- Comenzar un programa de control del peso.
- Asistir a un grupo de soporte.
La obesidad es una enfermedad
cuyo tratamiento depende de la constancia, de no ser así con frecuencia es para
toda la vida. Muchos adolescentes una vez que alcanzan su meta retoman los
malos hábitos alimenticios y dejan de
practicar ejercicios físicos, ganando así los kilos perdidos. Por tal motivo es
importante enseñarles a comer y a disfrutar de los alimentos saludables en
cantidad moderada, así como ejercitarse regularmente para mantener el peso.
En conjunto con el pediatra puedes mejorar la
autoestima de tu hijo enfatizando sus puntos fuertes y cualidades positivas y
no enfocarse solo en el problema del peso.
También es importante propiciar al niño entornos saludables para que crezcan
sanos y buscar alternativas cuando la familia no tenga acceso a algunos
recursos que lo faciliten.
Generalmente, asociado a la obesidad, los niños y adolescentes tienen problemas emocionales, por lo que el psicólogo puede trabajar en conjunto con el médico para desarrollar un plan de tratamiento. Estará enfocado en el manejo de la actividad física y dieta, metas de pérdida de peso, modificación del estilo de vida y la participación de toda la familia.
Recuerde
La salud de los
niños es nuestra prioridad. No dude en acudir a consulta oportunamente y
asegurarse de mantener saludable a su hijo.
Cuidados Pediátricos y más.
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