Ataques de asma en niños, cómo evitarlos y tratarlos.

Niña con asma nebulizándose. Foto tomada de la web.

El asma es una enfermedad pulmonar que afecta a niños y adultos, sin embargo durante la infancia resulta más difícil de controlar y son más frecuentes las recurrencias de los ataques. Es por esto que constituye la enfermedad crónica más común en la infancia y motivo de consultas frecuentes en todo el mundo.

La enfermedad generalmente se desarrolla entre los 3 y 5 años de edad. La inflamación y estrechamiento en las vías respiratorias dan como resultado la presencia de varios síntomas (tos, sibilancias, dificultad para respirar, etc.) que constituyen los ataques de asma. 

 Aunque se han desarrollado numerosos medicamentos en todo el mundo para tratar el asma, no existe cura, pero existen formas de prevenirla y controlarla. Teniendo en cuenta que cada vez son más frecuentes los pacientes diagnosticados y con ataques moderados y graves, les ofrezco algunos consejos para prevenir la aparición de la enfermedad y evitar los ataques.

Desencadenantes de las crisis de asma, cómo evitarlos.

1. Infecciones v​irales:

Las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) virales constituyen la principal causa de crisis de asma bronquial. Los virus más frecuentes son: rinovirus, Virus Sincitial Respiratorio (VSR), influenza y parainfluenza. Estos virus además pueden  interferir en la eficacia del tratamiento habitual del asma,  lo que trae como consecuencia que algunos niños requieran tratamiento hospitalario o de emergencia, según la gravedad de la crisis.

Consejo: Esté atento a los síntomas, si a pesar del tratamiento habitual empeora la tos, las sibilancias y la dificultad para respirar, acuda de inmediato a un centro hospitalario y/o contacte a su pediatra.

2. Alérgenos de interiores y exteriores:

 Los alérgenos pueden desencadenar crisis de asma en los niños durante todo el año.  Estos pueden ser de interiores (ácaros del polvo, cucarachas, caspa de mascotas y ratones)  que en su mayoría, se encuentran en el hogar y en las escuelas, o de exteriores (el polen y el moho). Las temporadas de polen varían según el lugar donde viva. La mayoría de los pólenes de los pastos caen en el verano, de los árboles en la primavera y de las malezas en el otoño.

Consejo: Te sugiero algunas soluciones para que disminuyas la exposición de tu hijo a los alérgenos de interiores y exteriores:

• Lava de la ropa de cama semanalmente con agua caliente para eliminar los ácaros del polvo. 

• Usa almohadas y fundas a prueba de alergias en la ropa de cama de tu hijo.

• Retira el polvo, pelo de mascotas, polen y cabello de las superficies.

• Utiliza algún deshumidificador en los interiores para  minimizar el crecimiento de moho y hongos.

• Elimina el polen de la ropa de tu hijo después de estar al aire libre.

• Mantén las ventanas cerradas durante la temporada alta de polen.

• Si tu hijo ha estado en contacto con el pasto asegúrate de bañarlo bien.

• Evita los animales de felpa, peluches con plumas y pelos que pueden causar alergia en niños.

3. Tabaco y otros contaminantes:

El humo del tabaco y otros contaminantes del aire irritan  e inflaman las vías respiratorias y los pulmones y pueden desencadenar crisis de asma. Además los niños que están expuestos al humo del tabaco desarrollan crisis de asma grave y síntomas más difíciles de controlar y duraderos. Otros contaminantes e irritantes pulmonares que pueden causar crisis son: los productos de limpieza, productos químicos, algunas fragancias y el ozono (smog).

Consejos: 

• Evite que su hijo esté cerca de personas que fumen o del humo del tabaco.

• Cuando use productos de limpieza asegure una adecuada ventilación.

• Prefiera usar los productos sin perfume para la higiene de su hijo. 

4. Mascotas peludas:

Las mascotas contienen alérgenos comunes en interiores y desencadenan crisis de asma, se pueden encontrar en la caspa (piel), la saliva (baba) y la orina. Son más frecuentes las alergias a perros y gatos, pero otros animales como los conejos y hámsteres también pueden causar síntomas. 

Consejo: Evite las mascotas peludas dentro del hogar si le provocan alergia a su hijo, de lo contrario asegúrese de mantener su casa muy limpia. Una alternativa que puede ayudar es usar un poquito filtro de partículas de aire de alta eficiencia (HEPA).

5. Ejercicio:

Durante o de 5 a 20 minutos después del ejercicio físico algunos niños asmáticos presentan crisis (tos, sibilancias, opresión en el pecho y dificultad para respirar). Usualmente mejoran con el descanso pero en ocasiones requieren medicación.

Consejo: Si tu hijo tiene síntomas de asma con frecuencia cuando practica ejercicios, consulta a su pediatra. Si es asmático puede que necesite medicación 20 a 30 minutos antes de la actividad para evitar una crisis relacionada con el ejercicio o hacer pausas para evitar fatigarse mucho.

6. Clima frío o cambiante:

El aire frío y seco, ya sea del ambiente o acondicionado, puede provocar irritación de los pulmones, inflamar las vías respiratorias y desencadenar una crisis aguda de asma bronquial. Igualmente los cambios repentinos de temperatura pueden desencadenar espasmo de las vías respiratorias y empeorar los síntomas del asma.

Consejo: Si es posible mantenga a su hijo en lugares con temperaturas estables y esté al tanto de los cambios del clima y/o estación.

 7. Picaduras de insectos:

Los niños asmáticos y alérgicos a los insectos tienen mayor riesgo de sufrir una crisis de asma pocos minutos después de una picadura. Los tipos de insectos que con mayor frecuencia causan síntomas suelen ser los voladores venenosos (abejas, avispas y avispones) y hormigas rojas. 

Consejo: 

Si tu hijo es alérgico a las picaduras de insectos, consulta a su pediatra o un alergista para que lo evalúe y te diga que dosis de medicamento antihistamínico le puedes dar si recibe una picadura. De esa forma se puede evitar una crisis aguda de asma secundaria.

8. Estrés:

Las situaciones que generan estrés y/o ansiedad a los niños en ocasiones pueden aumentar la inflamación de las vías respiratorias y desencadenar una crisis de asma. 

Consejo: Si su hijo está expuesto a situaciones de estrés familiar, escolar y/o de ansiedad y están afectando su salud, consulte a su pediatra o psicólogo para que le brinde la información y ayuda necesaria para que aprenda a desarrollar la resiliencia.

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 Recuerda:

*Mantén a la mano los medicamentos prescritos por el pediatra para el tratamiento de las crisis de asma y elabora un plan donde puntualices las dosis y horarios.

*Mantén al tanto a sus profesores y familiares sobre su plan de tratamiento.

*Consulta periódicamente al pediatra para saber si todo está bien con tu hijo y actualizar las dosis del tratamiento inter crisis y durante las crisis de asma, según su peso.

*Enseña a tu hijo a controlar sus emociones, ya que el estrés y las emociones fuertes pueden causar crisis.

*Aleja a tu hijo de los desencadenantes de las crisis de asma bronquial, esto puede reducir la frecuencia, duración y gravedad de los síntomas del asma y mejorar su calidad de vida.

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