La relactación como oportunidad para retomar la lactancia materna.
La lactancia materna, reconocida como la opción de alimentación más saludable tanto para la madre como para el bebé, a veces enfrenta obstáculos que pueden interrumpir este valioso vínculo. Problemas de salud, dificultades iniciales, desconocimiento o separación madre-bebé son solo algunas de las razones por las cuales la lactancia materna puede ser interrumpida. Sin embargo, existe una esperanzadora posibilidad de reiniciar este proceso a través de la relactación.
¿Qué es la relactación?
Se define como el proceso de retomar la lactancia materna después de haberse suspendido. Puede ser una opción viable para las madres que desean reintroducir la leche materna como alimento para sus bebés después de una interrupción, ya sea por decisión propia o por circunstancias ajenas.
Pasos para iniciar la relactación:
1. Compromiso y determinación: La relactación requiere compromiso y determinación por parte de la madre. Es esencial entender que el proceso puede llevar tiempo y paciencia.
2. Estimulación de la producción de leche: Iniciar la relactación implica estimular la producción de leche. Esto se logra mediante la succión del bebé, el uso de sacaleches o una combinación de ambos.
La estimulación del pecho es fundamental para promover la producción de leche materna. Esta técnica es más efectiva cuando es realizada por el bebé, ya que los receptores sensoriales del pezón envían señales nerviosas al hipotálamo, desencadenando la liberación de prolactina, la hormona responsable de la producción de leche materna. Además, la succión del bebé, junto con las emociones y sensaciones provocadas por el vínculo madre/hijo, estimulan la liberación de oxitocina, la hormona que facilita la eyección de la leche ya producida.
En situaciones donde la estimulación natural no es suficiente, se menciona el uso de fármacos como la domperidona o la metoclopramida, que generalmente se reservan para casos de inducción farmacológica bajo la supervisión y prescripción de un médico.
3. Frecuencia de las tomas: Establecer una rutina de tomas frecuentes es crucial. Aunque al principio puede haber poca producción de leche, cuanto más frecuente sea la estimulación, más probable será la recuperación de la producción de leche.
En caso de que el bebé no tenga un agarre óptimo, la estimulación del pecho puede realizarse de manera práctica mediante el uso de un sacaleches manual o eléctrico. Se recomienda extraer leche durante 5-10 minutos cada 2-3 horas, o de 8 a 12 veces en un período de 24 horas, aumentando gradualmente la duración de cada sesión de extracción.
4. Ofrecer el pecho: Ofrecer el pecho al bebé regularmente, incluso si inicialmente no se observa una succión vigorosa, es fundamental. Esto no solo proporciona el estímulo físico necesario, sino que también fomenta la conexión emocional entre la madre y el bebé.
5. Apoyo profesional: Consultar con un profesional de la salud, como un pediatra o asesora de lactancia, es esencial. El apoyo y la orientación adecuados pueden marcar la diferencia en el éxito de la relactación.
Beneficios de la relactación:
- Nutrientes esenciales: La leche materna es rica en nutrientes esenciales que promueven el desarrollo óptimo del bebé.
- Vínculo emocional: La relactación no solo proporciona beneficios nutricionales, sino que también fortalece el vínculo emocional entre la madre y el bebé.
- Inmunidad reforzada: La leche materna contiene anticuerpos que refuerzan el sistema inmunológico del bebé, proporcionándole una mayor protección contra enfermedades.
Desafíos comunes:
- Producción inicial baja: Al principio, la producción de leche puede ser baja. La persistencia en la estimulación es clave para superar este desafío.
- Succión débil del bebé: Algunos bebés pueden tener dificultades para recuperar la succión. En estos casos, la asesoría profesional puede ser crucial.
- Rechazo al pecho: Es importante destacar que si el bebé ha estado usando tetinas durante un tiempo, podría experimentar cierta confusión entre la tetina y el pezón debido a las diferencias en la forma de succión y rechazarlo. Sin embargo, con apoyo y paciencia, es probable que se acostumbre nuevamente al pecho.
- Apoyo emocional: La relactación puede ser emocionalmente desafiante. El apoyo de la familia, amigos y profesionales de la salud es fundamental para el éxito.
Cómo hacer la transición de la leche de fórmula a la materna:
Para hacer la transición de la leche de fórmula a medida que aumenta la producción de leche materna, se sugiere ofrecer primero el pecho al bebé, seguido de la leche extraída (sin tetina), y luego el suplemento de leche artificial. A medida que la lactogénesis aumenta, es posible reducir gradualmente la suplementación.
Es crucial destacar que cada caso es único y evolucionará de manera diferente, por lo que se recomienda llevar a consulta regularmente con el pediatra para evaluar el desarrollo del bebé y ajustar la alimentación según sea necesario.
La relactación es una oportunidad valiosa para aquellas madres que desean retomar la lactancia materna. Con compromiso, paciencia y apoyo adecuado, es posible superar los desafíos y experimentar los numerosos beneficios que ofrece este vínculo especial entre madre e hijo. La lactancia materna es más que una fuente de nutrición; es una expresión profunda de amor y cuidado que puede ser revitalizada a través de la relactación.
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